El mantenimiento de los mantos rizados, acordonados o con rastas, requiere unos conocimientos especializados dentro de la peluquería canina profesional. Los ejemplares de estas razas cada vez son más numerosos entre nuestras familias. No en vano se consideran razas de perros con alta inteligencia y sociabilidad, baja agresividad y fidelidad absoluta. Si a esto le sumamos su encantadora mirada, su pelo rizado con múltiples variedades a gusto de cualquier humano, y el casi mito de que su pelo “no produce alergias” ni se cae, entendemos perfectamente que se hayan puesto de moda.
Pero eso que tanto nos atrae, su pelo tan especial, constituye el mayor de los problemas de estas razas. No son para un propietario al que no le guste acudir a la peluquería. Su manto y su delicada piel, requieren un mantenimiento mensual que nos tendremos que plantear si queremos asumir a la hora de adoptar un pdae en nuestro hogar.
Siempre hay personas que compran o adoptan un perro de aguas, y luego le rapan para evitar tener que molestarse en ir a la peluquería canina a mantener precisamente ese manto. ERROR! El perro de aguas tiene ese pelo porque su piel lo necesita, no se debe rapar nunca (salvo casos muy extremos de nudos y suciedad imposible) al perro de aguas, y si se hace, luego se debe seguir una recuperación del pelo. También están los que los abandonan a su suerte, y dejan crecer su pelo “en libertad”, bañándolo en la playa (que es lo que a él le gusta) y considerando que los nudos son inevitables e incluso característicos en esta raza. Pues bien, debajo de esos nudos, en los que la piel no puede “respirar”, nos hemos llegado a encontrar hasta colonias de gusanos, sí, sí, así tal cual.
El trabajo con perros de manto rizado o acordonado, es puramente artesanal. Se utilizan productos de excelente calidad para limpiar, higienizar, hidratar y nutrir en profundidad tanto el pelo como la piel. Y se aprende a manipular el rizo con las manos, abriendo nudos y dándole forma. La tijera se utiliza para igualar y dar forma exclusivamente, y la máquina, como ya he comentado, solo en casos insalvables y extremos. Aquí os dejo un ejemplo de PDAE, ODÍN, que lleva una vida muy activa con sus humanos, sale habitualmente al campo y la playa, no se priva de ninguna actividad y viene puntualmente a su mantenimiento mensual desde los 4meses de edad.